Es un hecho comprobado que el consumidor actual ha cambiado. Los clientes no escogen productos, adquieren marcas, que no sólo tendrán presencia en su carrito de compras y en sus redes sociales, sino que estarán en su mente de manera permanente y con las que incluso podrán formar un vínculo emocional.  

Muy atrás quedaron esos años en lo que las personas compraban una cartera o un jabón, ahora buscan marcas que puedan ofrecerles experiencias únicas, confianza y una relación mucho más sólida y duradera que satisfagan sus necesidades pero que además generen un impacto positivo tanto en su vida personal como en el entorno en que viven. Los consumidores son cada día mas conscientes del impacto social y ambiental que puedan generar sus compras. 

En contra parte, numerosas empresas dedican una gran cantidad de recursos a mejorar sus productos y lanzarlos al mercado, pero muy pocas están orientadas a implementar prácticas responsables y comunicar el impacto de sus actividades en la vida de cada persona y los beneficios que sus acciones empresariales tienen para la sociedad en su conjunto.

¿Como hacer frente a esta realidad? La respuesta está en considerar en la estrategia de negocios los tres pilares centrales del éxito: el producto o servicio propiamente dicho, el bienestar personal y/o la solución de la necesidad individual que el producto resuelve y el impacto en el bienestar colectivo. 

Empresas como Procter&Gamble, Gillette, Nestlé entre otras, han sabido identificar esta nueva relación racional/emocional responsable que está generando fidelidad valor a sus marcas. 

Reconozcamos que los negocios exitosos de antes no serán necesariamente los mismos de hoy. Es en este proceso de cambio empresarial, donde la responsabilidad social corporativa, la transparencia y la comunicación juegan un papel fundamental. En Onegona trabajamos los pilares de las marcas para que desde su estrategia de Responsabilidad Social Empresarial RSE, sea coherente y logren un posicionamiento deseado con la comunicación adecuada.